El complejo de GPS

Si hay una herramienta que haya facilitado más la vida a los viajeros, es incluir en la renta del vehículo un GPS. Para los que no saben que es, estas siglas corresponden a Global Positioning System (GPS) o, Sistema de Posicionamiento Global. Con un GPS es casi imposible perderse, ya que este equipo, una vez le introduces una dirección, te va dando la ruta en el idioma que precises, hasta ponerte de cara a tu destino final. Sin magia, a través de un sistema de 24 satélites, el aparato, utilizando por lo menos tres o cuatro, recibe señales a través de relojes sincronizando la posición de cada uno de ellos, y por un sistema de triangulación determina las coordenadas reales del punto de medición.

Una vez explicada la eficiente función de un GPS para conocer la posición de un objeto, localización de una persona, vehículo o nave con una enorme precisión, podemos referirnos al desmesurado crecimiento del número de personas que son afectadas por el síntoma de Gran Persecución Sistemática, también conocido como Complejo de GPS, ya que sus habilidades muestran las mismas características que tan apreciado equipo.
Las personas con Complejo de GPS, viven sin aceptar la transición de la relación que culminó. Su revés sentimental lo mantienen vigente, dedicándose a la dulce tarea de averiguar cada día que hará su ex, donde sale, con quien anda y para eso cuentan con una red de amigos y amigas “satélites” que les informan con la intención de tenerl@ “ubica@”. Esto incluye un “sereneo” hacia los lugares que sabe que frecuenta para corroborar su ubicación con la placa del vehículo.

Hay algún@s GPS que cuando no reciben información fresca, van directamente al ex y le preguntan por donde va a estar dizque para no coincidir o con la débil excusa de que sus hijos sepan donde localizarlo por “cualquier cosa”. Suministrado este dato se activa la red satelital (amigos) para que, aunque el GPS no esté físicamente, pueda mantener un control pormenorizado.

Estos satélites mandan fotografías y vídeos de lo que hace el ex, ya que es muy fácil hoy con los celulares enviar imágenes y videos al instante desde cualquier lugar, de manera que la noticia llega como pan caliente. Un conocido al saludar a una chica en un café, una satélite le tomó una foto, la mandó a Facebook, y su noviazgo duró lo que duran dos peces de hielo en un vaso de whisky a la rock. No hubo manera de convencer a su novia de que fue un saludo sin trascendencia. Solo el tiempo evidenció la veracidad de sus intenciones.

Otro pretexto del afectado GPS, es hablar sobre la negociación de los territorios. Esa técnica es como clavarse su propio cuchillo. Una amiga cuando le vino con el tema a su ex, éste le cogió la delantera y le suministró una ruta que ni la Guía del Ocio Dominicana (si la hubiera) podría superarla. Con un tono muy categórico le dijo: “si te digo mi agenda es para que no te aparezcas, no haya dudas, ni coincidencias. Te ruego que: no te metas en Cane ni en Jet Set, los lunes; en el happy hour de Café Milano los martes; estoy en Marrana, los miércoles; no vayas a Lucía o LED, los jueves; no me estropees mi Sunset Jazz en el Dominican Fiesta los viernes; bebo en el Meson de Bari en la tarde y ceno en Musa los sábado; como sabes que me gusta la música en vivo, voy a Pate Palo, el son de la zona colonial o a Fellini, los Domingo. Ah, se me olvidaba tampoco arranques para La Romana, Bávaro, Jarabacoa, Cabarete o Las Terrenas en fines de semana largo sin avisarme, porque puedo aparecerme bien acompañado y no quiero shows.” No le quedó más remedio que pasarse un mes a base de Telecable.

Conclusión: Cuando se aprende a caminar sin GPS, se descubren rutas insospechadas, se generan opciones nuevas, que si bien tardas más en llegar, no se olvida el camino. Depende exclusivamente de tus habilidades, a ser flexible con tus rutas y a buscar un nuevo y mejor destino.

Recuerda que el mapa es más amplio que el territorio.

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