Relaciones Rebote: Un amor que pasa la pelota
¿Has visto un juego de baloncesto, como un jugador se las pela por conseguir la pelota luego que rebota en el tablero? A mayor cantidad de rebotes, más oportunidades tiene de ganar el juego, ya que recupera el control de la pelota y tiene más probabilidades de tiros, si por el contrario se la deja quitar, pierde el juego.
Así sucede con las relaciones rebotes, éstas se inician inmediatamente después de una relación fallida, después de terminar una relación de muchos años que la considerabas el amor de tu vida. Contrario al baloncesto, en las relaciones rebotes, no importa la posición que juegues, bien sea de defensa o de ofensiva terminaras hiriendo, saldrás herido o en el mejor de los casos, habrás perdido tu tiempo.
Las relaciones rebotes son una forma de aliviar la soledad y escapar de dolor emocional que nos produce la ruptura con la persona que verdaderamente amamos. Podemos considerarla como aquel “Clavo que saca otro clavo”. Es una simple solución de distracción que nos compense las deficiencias y errores de la relación pasada y nos regale la pasión de un nuevo amor. De hecho las personas que escapan de una relación anterior hacia una relación rebote, creen sentirse rápidamente conectadas emocionalmente con su nuevo amor, y habrán seleccionado una persona diametralmente opuesta a las características del o la ex que dejan atrás.
El rebound (su nombre anglosajón) se da muy poco tiempo después de la ruptura, hasta el extremo de que todos alrededor se sorprenden de cómo le toco la suerte de encontrar tan súbitamente, una persona que reúne todas las cualidades que precisaba para ser feliz. La rapidez con la que aparece esa tercera persona va en relación directamente proporcional a la incapacidad de vivir solos. De primera intención la persona que corre tras un tipo de relación como esta, lo hace inconscientemente; asume que la ruptura con su antiguo amor no tiene retorno y se apresura a lanzar nuevamente la bola sin estar debidamente colocado en la cancha. Solo que después de agotado el tiempo de juego de la pasión, comienza una resaca moral, a revalorizar la persona que se dejo atrás y querer volver de nuevo hacia el aro.
¿Qué pasa con el jugador que recibe el rebote? Tiene la responsabilidad de agarrar la pelota para tratar de alguna manera lanzarla al aro de nuevo, para eso entro al juego. Está consciente de que existe el factor suerte y si no hay fallas personales, busca anotar el canasto. Esto debe hacerlo rápido y certero, no vaya a ser que se agote el tiempo del dribleo y se encuentre en la cancha jugando solo. En cuestiones del amor, es la victima del rebote, esta en la posición más vulnerable, pues se puede llegar a creer que todo aquel despliegue de enamoramiento era real y no una mera reacción anestésica. La persona normalmente sale herido(a).
Consideramos que las relaciones rebotes tienen una gran importancia, ya que pueden o sustituir o afianzar una relación duradera. A veces el aro aguanta un tiro y otro tiro siempre que el tiempo de la cancha sea permitido y su rebote vale la pena que se devuelva la pelota para ganar el juego.
En este tipo de relación rebote, lo primero se debe ser sincero con uno mismo, para luego poder ser sincero con los demás. Si la relación anterior esta fundamentada en un amor verdadero, vale la pena devolver la pelota al jugador anterior y seguir por la estrategia que habíamos definido al principio del partido, ya que la meta es encestarla y ganar el juego. Si el costo es perdonar…..Perdonar nos libera!
Es una oportunidad de crecimiento que conviene evaluar, qué pudo habernos faltado en nuestra relación anterior y trabajar sobre esto para recuperar la pareja. Evite hacer promesas sin sentido, ya que la aceptación de las diferencias no implica un cambio radical en la naturaleza de las personas, solo supone modificaciones en la conducta, no convertirse en alguien distinto para hacer feliz al otro. Si su ex está inmerso en una relación rebote, no le pagues con la misma moneda, espera que tu madurez emocional te permita volver hacia atrás sin reclamos; ten paciencia y espera, vive el luto, siempre es preciso, lo saludable es aprender a lidiar con las emociones del rompimiento. Solo así, tendremos la certeza de haber ganado; de lo contrario, puedes estar seguro que si no aprovechas el tiempo reglamentario que exige la cancha, perderás el juego.